Desde 1970
El Restaurante Pedro Madruga se funda en 1970, esta ubicado en la villa marinera de Bayona La Real, al sur de la provincia de Pontevedra en un enclave unico e irrepetible, ya que desde sus comedores se divisa toda la bahia de Bayona con vistas al parador de turismo, el club de yates Monterreal, y todas las playas que bañan la bahia en un marco inncomparable.
Selección
Arte Culinario
El arte culinario del Restaurante Pedro Madruga es un fiel reflejo de Galicia y sus pobladores, tan dados al disfrute gastronomico y respecto por lo que da la naturaleza.
Producto y conocimiento es este clasico en la mejor ubicacion donde la elegancia y texturas definidas y perfecion tecnica logran el sabio equilibrio en tradicion e innovacion. Resumiendo, el Restaurante Pedro Madruga es un lugar donde degustar una cocina acesible y deliciosa, basada en los mejores productos de cercania con una excelente materia prima y sentido de la culinaria.
Platos seleccionados
Gastronomía Autóctona Sostenible
La gastronomía autóctona sostenible es uno de los pilares fundamentales que ha ayudado a definir las distintas culturas en todo el mundo productos agroalimentarios autóctonos de cada región que se mezclan en recetas tradicionales transmitidas de generación en generación.
Hoy en día la gastronomía también se ha globalizado, y al hacerlo, se han cambiado los hábitos de consumo de los ciudadanos, incluyendo alimentos nuevos.
En nuestro establecimiento, nuestra cocina incluye elementos autóctonos buscando crear nuevas experiencias gastronómicas con elementos exóticos de todo el mundo.
NUESTRA BODEGA
Es una historia de ilusión y compromiso, una manera de entender la vida.
El sueño hecho realidad, cuando el otoño llegó la vendimia y esta tierra pudo
al fin acariciar su sueño, las uvas marcaban un carácter y personalidad incomparables y, tras madurar en el silencio y la soledad de la bodega, se convirtieron en los mejores vinos que ahora le presentamos unas bodegas únicas, exclusivas con carácter, un viaje al alma de los vinos de varias denominaciones de origen de varios paises han sido seleccionadas para este maravilloso proyecto, siempre hemos intentado huir de la ostentación, de simbolizar el lujo y el dinero en una etiqueta. En cierto momento, empezamos a contar cosas del vino que nos interesaban más. Hemos podido disfrutar de múltiples experiencias en catas abiertas, ser testigos de expresiones enriquecidas con los sentidos, y hemos trasladado al restaurante lo que más nos ha seducido y enamorado para compartir nuestra manera de vivir el vino.
Aspiramos a que la gente que venga a casa conozca mejor quien guarda el vino. Queremos sentirnos embajadores de quien hace el vino, mostrarnos cercanos a la gente, que no tiene porque encontrar rigidez en el hábito y en el consumo del vino. Queremos demostrar que no solo se cata y se huele, sino que se puede sentir incluso escuchar.
¡El vino es alegría!